26 octubre, 2009

Las vicepresidencias del PAC: una apuesta arriesgada...



El anuncio que hiciera Ottón Solís de sus candidatos a la vicepresidencia fue bastante sorpresivo para todos.

Por un lado, ante la candidatura femenina, esperábamos que Solís entrara a la contienda apoyado por dos mujeres, algo ya ocurrido en el PAC; sin embargo, Solís apuntó a la fórmula presidencial de dos hombres una mujer, lo cual le deja el tema género como un aspecto que deberá buscar manejar consistentemente desde otros espacios (a fin de cuentas, representa el primer partido que realmente ha buscado la paridad de géneros en sus puestos de elección, rasgo que sigue distinguiéndolo).

Por otro lado, Solís con sus designaciones deja clara la apuesta del PAC por ubicarse en el centro del espectro político y además, por tratar de superar áreas débiles en las dos campañas anteriores.

Así, la designación de Mónica Segnini, persona ligada al sector exportador, busca acercar al PAC a sectores productivos que no han sido precisamente aquellos en los que su discurso -sumamente estatista para el gusto de estos grupos- ha calado anteriormente. Segnini, además, si bien de un perfil bajo, fue militante del Sí en la coyuntura del referéndum por el TLC.

Así, el PAC abanderado de la posición antagónica, busca superar de cara hacia febrero del 2010 el tema sobre tal tratado y construir una imagen de apertura, convertirse en el partido en el que quepan todos aquellos, que más allá de las diferencias coyunturales, puedan compartir una cierta sensibilidad social y que, dada finalmente la vigencia del tratado, puedan construir una visión de país donde lo económico, si bien seguirá siendo fundamental, no sea la base de la definición de toda política, sino que sea el desarrollo humano aquel que guíe tal construcción.

Con este signo de apertura, el PAC y su candidato, bastante calificados por la maquinaria mediática como intransigentes, busca cortar con tal discurso y ubicarse como un partido que, más allá de intereses puramente sectoriales, puede gobernar para todos, considerando y haciendo confluir diversas posiciones moderadas (desde la izquierda tibia hasta la derecha zurda).

El riesgo evidentemente con esta decisión es que diversos sectores con un discurso políticamente más radical que militaron en el NO cobrarán al PAC tal designación y mirarán con recelo la fórmula presidencial encabezada por Solís. Cuando tenemos un partido de izquierda que de una presencia provicial pasa a la disputa nacional, incluyendo con ello una candidatura presidencial como lo es el Frente Amplio, o un partido que se cobija aún bajo el corazón del NO como lo es Alianza Patriótica; los votos prestados que el PAC obtuviera hace cuatro años se ven en riesgo.

Hace el PAC acá una apuesta arriesgada que podría salirle bien, entre otros motivos, si logra atraer a mucho del votante desencatado que anteriormente militara en el PUSC y que ve ahora la inminente debacle de su partido.

Por otra parte, durante sus dos anteriores campañas, el PAC ha tenido como principal debilidad su difícil penetración en las provincias periféricas. De hecho, en el 2006 son Puntarenas, Guanacaste y Limón quienes dan el triunfo presidencial al hermano de Rodrigo, dada la enorme diferencia que a su favor obtuviera el verdiblanco candidato. Con el fin de buscar apoyo en tales provincias, apuesta el PAC por ubicar como su candidato a la segunda vicepresidencia a Julio Humphreys, limonense de los que siguen allá, trabajan allá y han tenido una importante labor comunitaria allá. Antiguo socialcristiano -incluso fue regidor por el PUSC-, refuerza esta candidatura el interés del PAC por atraer al antiguo militante socialcristiano, en un claro corrimiento hacia el centro del espectro político de un partido que si bien nunca se ha catalogado en ninguna ideología, ha sido asumido como de un discurso de centro izquierda en su visión de estado.

Muestra el PAC que arriesga en esta contienda, pues se sabe que en este proceso en el mismo intento por atraer nuevos sectores de votantes, está corriendo el riesgo de perder otros.

Febrero dirá...

12 octubre, 2009

Las vicepresidencias de Laura...


Hoy doce de octubre, precisamente en la fecha en que el Partido Liberación Nacional celebra su aniversario, la candidata oficialista realizó el anuncio de quiénes serán las personas que la acompañen en su fórmula presidencial.

Más allá de la única labor claramente establecida para un vicepresidente -sustituir a su superior-, las designaciones realizadas por Chinchilla claramente denotan el juego político que llevaron por detrás.

Con sus designaciones, la candidata deja claro cuáles son sus áreas débiles, y, en consecuencia, de qué modo busca minimizarlas con el fin de que no vayan a alterar su campaña y su posible elección.

Primero, la designación de Alfio Piva, académico, exrector de la Universidad Nacional, pero principalmente, un científico reconocido. Con ello, Laura tiene en una de sus fichas una persona con un perfil respetable en cuanto el tema ambiental -no en vano los últimos años Piva se ha desempeñado en el INBIO-, tema que llama bastante la atención en el electorado y que es uno de los trapitos de dominguear del país -al menos discursivamente- para salir a la escena internacional.

Por su parte, Luis Liberman, economista, se centrará en otro de los puntos claramente débiles de Laura ante candidatos como Otto u Ottón, que es el tema económico. Si bien es cierto, con una posición bastante conservadora y defensora del modelo neoliberal que hemos venido viviendo, Liberman se encargará de dar respuestas en este campo, en un año electoral que estará mediado por la crisis y la desaceleración de la economía; respuestas que hasta ahora han sido flojas de parte de la candidata.

Por otra parte, ambos candidatos a la vicepresidencia son hombres, Laura claramente busca con ello mantener en el mínimo exigido la cuota femenina (uno de tres en la fórmula presidencial) y tratar de minimizar los efectos del voto conservador en ciertos sectores de la población que -lamentablemente- aún ven con recelo una candidatura femenina. Este punto se refuerza con el hecho de que ambos son hombres mayores, reforzando el discurso cuasi patriarcal de la experiencia como ese requisito deseable para aspirar a altos cargos.

Del mismo modo, ambos son personas que si bien han tenido su militancia política, no son figuras reconocidas como parte de esos "eternos" funcionarios de gobierno ni como parte de las cúpulas partidarias. Indudablemente, con ello Laura buscará minimizar críticas que los asocien con el actual gobierno -tan golpeado por diversos casos de corrupción en diversos ámbitos-, no en vano ambos vienen del sector privado y con un bajo perfil ante la opinión pública, lo cual si bien por un lado puede ser debilidad (no recurrir a las figuras conocidas), por el otro lado puede ser una fortaleza en momentos en que las cúpulas partidarias se ven tan golpeadas y deslegitimadas.

La movida de Laura es apostar a mantener lo que tiene antes que buscar con su designación ganar nuevos votos. Su mensaje es conservador, un "ir a lo seguro", donde sus debilidades propias se vean minimizadas por el perfil que sus candidatos puedan tener, donde sus carencias puedan ser disimuladas por el aspecto grave y patriarcal de sus dos guardaespaldas.
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