Hace ocho años nació el Partido Acción Ciudadana. En el año 2002 fue la sorpresa, en el 2006 un segundo lugar que casi fue triunfo, para el 2010 la incertidumbre sobre su posicionamiento final entre el electorado.
Durante estos ocho años, el PAC ha logrado montar una estructura partidaria, ha logrado reponerse a la pérdida de diputados en sus dos períodos representado en la Asamblea Legislativa, y se ha consolidado como una fuerza política importante en el país.
Sin embargo, la elección 2010 se presenta como la que mayores retos le propone al PAC entre las tres en que ha participado.
Primero, el PAC ya no es el "partido nuevo" que generaba una simpatía casi inmediata entre los sectores políticamente cansados del bipartidismo marca PLUSC, ocho años de protagonismo lo han expuesto en sus fortalezas, pero igualmente le cobran el desgaste típico que siguen pagando todas las fuerzas políticas costarricenses dado el descontento generalizado con la clase política.
Segundo, el PAC sale como el gran perdedor tras la coyuntura por el TLC, y debe lograr trascenderla efectivamente para conservar posibilidades reales de triunfo electoral. En este sentido, la elección 2006 "infló" la votación presidencial del PAC pues fue la opción de esa mitad de costarricenses que nos opusimos al TLC, así, el PAC tuvo una votación presidencial mucho mayor que las simpatías partidarias y que su votación para diputados y munícipes: en el 2006 Ottón Solís fue un candidato mucho mayor que su partido; cómo repetir y tener una candidatura mucho mayor que la filiación partidaria es un reto importante.
El PAC como uno de los brazos políticos del movimiento por el NO, asumió un costo importante en este proceso. Actualmente, se le cobra por los defensores del Sí y se le ha señalado por una labor supuestamente obstruccionista y que, por lo tanto, "irrespetaba" el mandato popular. Por otra parte, diversos sectores del NO le cobran no haber realizado una oposición más dura y más pegada a los movimientos sociales. En este sentido, la coyuntura del TLC le está cobrando al PAC muchos posibles votos y debe revertir esta tendencia si quiere tener posibilidades de triunfo.
Tercero, el discurso del PAC debe trascender los aspectos que tanto éxito le dieron en sus campañas anteriores. No puede mantenerse como el partido ligado casi exclusivamente a un discurso de la ética en la función pública –que si bien es importante, no es el que más interese al electorado-, ni como el partido opuesto a la completa apertura de nuestra economía. Si el PAC quiere construir posibilidades de triunfo, debe demostrarle al electorado que efectivamente tiene un proyecto completo y coherente de gobierno y que además ese proyecto es políticamente viable. No decimos que el PAC no lo tenga, y de hecho su Convocatoria a la Ciudadanía lo expone, el asunto acá es de llegarle al electorado y romper esa percepción que ha existido de ser un partido "que se opone" o que va contra, el PAC debe convencer al electorado de las ventajas de su propuesta de gobierno, mucho más que el PLN o el PUSC, pues estos son partidos que ya tienen experiencia de gobierno, lo cual no ocurre con el PAC.
Cuarto, el asunto sobre los liderazgos dentro del PAC. Indudablemente Ottón Solís –estemos más o menos de acuerdo con sus planteamientos- ha ejercido un liderazgo claro desde la fundación del partido. La posibilidad de una tercera candidatura suya nos hace cuestionar hasta dónde su imagen esté gastada entre el electorado y de qué modo podría reconstruirla para atraer votantes. Si bien consideramos que los efectos de la crisis económica internacional y las medidas que en todo el mundo se tomen le dan la razón a sus planteamientos, aspecto que debe saber explotar adecuadamente como una de sus fortalezas.
La aparición de Epsy Campbell como posible adversaria de Ottón en la búsqueda de la candidatura presidencial revitaliza los liderazgos dentro del partido y puede ser –de manejarse adecuadamente los procesos internos- un símbolo de madurez política y consolidación partidaria. La precandidatura de Epsy muestra la búsqueda de diversos sectores de una representación con la que se sientan identificados, es además una figura respetada y con una alta imagen entre el electorado nacional, son estas quizás sus principales fortalezas. Como debilidades principales en la candidatura de Epsy están el hecho de haber sido contratada para una consultoría con los dineros del BCIE, situación que si bien ella aclaró y de hecho renunció apenas conocido el manejo de los fondos, será una piedra en su zapato, sobretodo conociendo las prácticas políticas que han caracterizado a ciertas organizaciones partidarias. Del mismo modo, se percibe su precandidatura que responde más a sectores ajenos a la estructura del PAC que al partido mismo, lo cual la deja en desventaja ante las instancias internas.
Quinto, la definición de la candidatura. El PAC se ha caracterizado por formas novedosas de hacer política que han resultado exitosas. Sin embargo, hasta ahora no ha efectuado ningún proceso de designación de su candidatura presidencial, situación que debe resolver en el corto plazo. Desde su origen, la participación ciudadana ha sido un elemento clave del discurso PAC, por ello, no podríamos concebir mayor error político que realizar una designación poco participativa –como ya lo han sugerido algunos asambleístas nacionales- en la cual sea la estructura partidaria la única involucrada. Una definición cerrada convertiría al PAC en un partido más, echando por tierra mucho de lo que ha logrado construir en estos ocho años. El mecanismo de designación podría no ser una convención abierta, pero debe necesariamente ser en algún modo participativa e inclusiva.
Sexto, el tema de las alianzas. La fragmentación existente entre las fuerzas políticas opositoras al PLN y su modelo neoliberal no hace más que favorecer las aspiraciones del PLN por mantenerse otro cuatrienio en el poder. Lograr una alianza inclusiva, representativa entre diversas fuerzas es importante si se quiere tener posibilidades reales de formar gobierno. El PAC, bajo el liderazgo de Ottón Solís ha sido renuente a buscar la formación de coaliciones. Entendemos la postura de que no es comparable el partido que es actualmente la segunda fuerza electoral del país con la fuerza de partidos a escala regional o sin representación ante el Poder Legislativo; sin embargo, la posibilidad de realizar esta gran alianza no puede cerrarse. La misma experiencia latinoamericana reciente muestra como muchos de los presidentes con una tendencia de centro izquierda o izquierda han logrado llegar a la presidencia gracias a grandes coaliciones, frentes o concertaciones. Ante la situación política nacional, el PAC debería, antes que cerrar estas opciones, tender puentes y construir propuestas en este sentido si quiere potenciar sus posibilidades de éxito.
Resolver estos retos es quizás fundamental si el PAC quiere mantenerse como el gran protagonista que pelea por el campeonato, y no como el equipo destinado a mantenerse en las posiciones intermedias.
Marco, ha sido excelente este repaso que has hecho por la situación de los partidos más visibles en estos últimos años.
ResponderEliminarEn el caso del PAC, definitivamente sería interesante ver no solo la consolidación de una estructura más allá del caudillo, sino las posibilidades de Epsy frente a los demás, digamos, Chinchilla; sin embargo, como buen pesimista, y claro, con desánimo, me atrevo a augurar que en Costa Rica no se ha superado ni la cultura patriarcal y menos la cultura racista, como para pensar en un triunfo de una mujer negra. De más está decir qu este simboismo, del que ya se hablado hasta el casnaco, por el caso OBama, sería algo que yo apoyaría, frente a cualquier otra opción.
Saludos.
Uy, que poco de erratas: que, simbolismo, cansancio, Obama.
ResponderEliminarGracias Tavo! Yo igualmente creo que ningún escenario podría entusiasmar tanto a muchos electores como el de Laura contra Epsy, a pesar de la cultura patriarcal... y efectivamente el peso simbólico de esa posible candidatura podría ayudar a reconstruir esperanzas, de las que tanto hacen falta en este mundo de "buenos pesimistas" y otros no tanto... (dejo la ambigüedad última intencionalmente... jaja)
ResponderEliminarYo no creo que Epsy sea buena para el PAC, las ideas y planteamientos expuestos por ella como diputada y política me parecen que demuestran que no esta preparada para ser candidata a la presidnecia, y menos aún, ocupar dicho puesto.
ResponderEliminarEs cierto que la figura de Ottón esta muy desgastada, y por eso creo que lo que más podría perjudicar al PAC en la póximas elecciónes es que Ottón sea su candidato nuevamente.
Por tal motivo, a menos que en el PAC hagan conciencia de que ni Ottón ni Epsy son personas adecuadas para ser candidatos, y habrán la oportunidad a personas difernetes y promuevan nuevos liderazgos; no veo que el futuro electoral del partido sea primisorio