01 enero, 2009

A quince años del levantamiento del EZLN: ¿Zapata vive?

El 1º de enero de 1994, cuando el mundo enfocaba sus lentes hacia la entrada en vigor del NAFTA, una inesperada noticia asaltó los medios: en Chiapas, se levantaba en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Tras años de procesos de desmovilización o pérdida de espacios de la mayoría de movimientos insurgentes sobrevivientes en América Latina, el EZLN marcó una nueva tendencia en las luchas reivindicativas de distintos movimientos sociales.

Sus estrategias variaron sustancialmente con respecto a sus antecesores, es la guerrilla que por su iniciativa y apenas iniciando sus operaciones militares decretó una tregua, y su existencia logró generar movimientos de solidaridad sin precedentes en la historia reciente latinoamericana.

El EZLN y la guerrilla on-line

La selección misma de la fecha de su salida a la luz pública, marcó de por sí el primer gran golpe mediático del EZLN, pues opacó las "celebraciones" por el NAFTA. Desde ahí, veríamos lo que sería un elemento fundamental de la estrategia de lucha de este movimiento: el uso de los medios de comunicación masiva.

A partir de su levantamiento, las cartas y proclamas del subcomandante Marcos se multiplicarían y pasarían a ser importantes elementos en la conformación de la opinión pública, no solo en México, sino en un ámbito geográfico mucho mayor. En épocas donde el acceso a la información y la inmediatez de este acceso han pasado a ser aspectos básicos para definir el éxito de una organización y sus posibilidades de permanencia en el tiempo, el EZLN se vuelca en una ofensiva mediática donde internet pasará a ser el medio principal de difusión de sus planteamientos.

En este sentido, contrario a las luchas guerrilleras tradicionales, el EZLN se mantuvo siempre visible en los medios, siempre al alcance de un clic, siempre ubicable y presente. Desde esta perspectica, el espacio principal de lucha del EZLN pasó a ser la lucha mediática, la posibilidad de llegar a la mayor cantidad de gente y generar la mayor cantidad de opiniones positivas y solidaridad con su causa. El EZLN pasó a ser la primera guerrilla on-line de la historia moderna.

Para hacer exitosa esta presencia en medios, las cartas y proclamas zapatistas adquieren ciertas características igualmente diferenciables de los panfletos tradicionales de los movimientos insurgentes. El verbo zapatista se aleja de manifestaciones ideológicas para adquirir un lenguaje propio donde la sociedad civil adquiere preponderancia antes que los elementos de acción política tradicionales (fundamentalmente se ve afectado acá el partido político como instrumento de transformación).

En el discurso zapatista es la organización popular la encargada de realizar las transformaciones desde su propio espacio de acción, por ello, un nuevo elemento diferenciador del EZLN y los movimientos insurgentes tradicionales es la renuncia o, más bien, la no búsqueda del poder político. El EZLN no se propone llegar al poder, se propone darle poder a las comunidades como sujetos dueños de su propio destino y encargados, por lo tanto, de generar las formas, espacios y mecanismos de transformación social, en una perspectiva que no hace más que leer acertadamente la crisis del estado-nación y el poder político tradicionales, y plantear una alternativa a estos espacios, donde la comunidad y la desconcentración del poder son los elementos fundamentales.

Paralelo a esto, la estructura del discurso se monta sobre elementos llenos de ironía, sarcasmo, humor y una fina crítica, lo cual hace sus proclamas fáciles y amenas de leer, logrando la complicidad escritor-lector necesaria para hacer exitoso el texto, más allá de lo que se pueda compartir por el fondo con él.

El exotismo como elemento de lucha

Como elemento complementario al anterior, el zapatismo lee claramente que el discurso para ser exitoso en estos tiempos necesita de la construcción de símbolos e imágenes representativas. Desde ahí, la construcción de la iconografía zapatista será otro elemento fundamental en la estrategia de este movimiento.

En este aspecto, la figura del subcomandante Marcos adquiere su mayor relevancia. Marcos pasó a ser uno de los líderes guerrilleros con mayor exposición mediática, ya sea desde las constantes visitas que multitud de periodistas harán a La Realidad (nombre igualmente significativo en el momento de construir imágenes...), o desde la salida de información mencionada en el punto anterior. El cuidado que se hará de su imagen será fundamental para mantener la expectativa sobre su accionar: el desconocimiento de su nombre real y de su origen, el uso permanente del pasamontañas, la concentración del lente generada en su mirada, la encendida casi permanentemente... Todos estos elementos construyeron una imagen del insurgente nueva, diferenciable de los clásicos como Sandino o el Ché. Marcos pasó a ser el revolucionario de la posmodernidad, el personaje que encarna la metrosexualidad del guerrillero: el que cuida tanto su imagen como su rifle.

Como complemento a la figura de Marcos (que en su afán de horizontalidad en las relaciones sociales no es "el comandante" sino "un subcomandante"), la imagen de los indígenas chiapanecos con sus trajes tradicionales y pasamontañas o pañuelos que ocultan su cara, añadió un elemento exótico a la lucha guerrillera: no son los ya trasnochados uniformes verde oliva los distintivos del guerrillero, sino el traje tradicional, marcando simbólicamente, una reivindicación de lo autóctono en momentos donde apenas se salía de la discusión sobre el V Centenario de la llegada de los europeos a América. Esas imágenes indigenistas se convierten en uno de los elementos generadores de simpatías hacia el movimiento, y además, en un nuevo elemento diferenciador con lo que han sido las guerrillas tradicionales. Otro golpe mediático del zapatismo.

Reivindicaciones y permanencia

Ya mencionamos la propuesta zapatista alejada de la toma del poder político, sino más bien concentrada en la atomización de este poder político y su vuelta a las comunidades. Este planteamiento, novedoso en cuanto a los movimientos insurgentes, pues no asume el control del estado como su punto básico, se afianza en la tradición indígena y su lucha por mantener la autonomía comunitaria.

Es desde la perspectiva del indígena (sector más afectado por la pobreza en la mayoría de países latinoamericanos) que se plantean las reivindicaciones zapatistas, siendo la principal su lucha por la tierra (y siendo este el principal entronque con el zapatismo tradicional, el de Emiliano y la Revolución Mexicana). Autonomía y tierra como elementos fundamentales de lucha.

Sin embargo, a pesar de estas reivindicaciones concretas de los grupos indígenas, el zapatismo se ha convertido en una voz de los sectores tradicionalmente excluidos y en uno de los principales voceros "clandestinos" del movimiento antiglobalización. Desde ahí, el discurso zapatista ha generado todas las simpatías que los movimientos inclusivos, solidarios y tolerantes se permiten:

"Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en CU, judío en Alemania, ombudsman en la Sedena, feminista en los partidos políticos, comunista en la post guerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en Bosnia, mapuche en los Andes, maestro en la CNTE, artista sin galería ni portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del siglo XX, huelguista en la CTM, reportero de nota de relleno en interiores, machista en el movimiento feminista, mujer sola en el metro a las 10 P.M., jubilado en el plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal, obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y, es seguro, zapatista en el sureste mexicano. En fin, Marcos es un ser humano, cualquiera, en este mundo. Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, resistiendo, explotando, diciendo "¡Ya basta!"

Desde esa perspectiva, a quince años del levantamiento zapatista, las reivindicaciones de este movimiento mantienen plena vigencia en el contexto actual de exclusión, intolerancia, limitaciones a los derechos individuales, y cultura del miedo en que vivimos. Sin embargo, a pesar de esto, la permanencia del zapatismo se ha visto mermada notablemente en los últimos años.

En este sentido, lo que se convirtió en su principal arma de combate, se muestra ahora como su gran debilidad: el EZLN ha perdido vigencia en los medios. Desplazado por la narcoguerra que se libra en el norte de México, por la guerra contra el terrorismo que amenaza como un fantasma por todo el mundo, por la falta de avances visibles en la situación de los indígenas chiapanecos, el EZLN sobrevive, pero "desapareciendo" cada vez más de los medios, enfermedad que, si no es capaz de revertir, puede encerrar el germen del olvido, que para este movimiento será el paso anterior a su deceso.

3 comentarios:

  1. Hola, todo bién?

    Me encanto de verdad la profundidad de tu texto pero quiero decirte que el EZLN es la mas pura revolución porque ha cambiado los paradigmas de la gente que piensa que un otro mundo es posible como yo pienso. Entonces, mismo que sea tragado por la globalizacìón su semilla ya fue plantada y la flor zapatista adorna mi cabello hoy y para siempre.

    Feliz 2009 !

    Saludos.
    Sill

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  2. Compañera, concuerdo completamente en que el zapatismo ha cambiado por completo el paradigma, no es el movimiento que piensa en la reelaboración de lo mismo desde las mismas instancias, sino que plantea una transformación completa de las estructuras, empezando por las mentales, siempre tan resistentes.

    Gracias por tu comentario.

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