17 enero, 2009

La Unidad Social Cristiana: la larga agonía y la esperanza de la resurrección…

Durante la década de los noventa el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) logra llegar a ser el de mayor arraigo, desplazando por primera vez a Liberación Nacional en las preferencias partidarias. 

Por primera vez, desde el conflicto de 1948, el principal grupo opositor a Liberación Nacional logra llegar a la dirección del Poder Ejecutivo y mantener la fracción con mayor número de diputados en la Asamblea Legislativo por dos períodos consecutivos, gracias a las elecciones de Miguel Ángel Rodríguez (1998) y Abel Pacheco (2002).  Por primera vez, un costarricense –surgido del PUSC- logra llegar a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (Miguel Ángel Rodríguez, 2004).

Desde los años noventa, ante la pérdida de rumbo y las luchas internas de Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana continúa su proceso de consolidación partidaria.  Ideológicamente, dada su naturaleza de centro derecha, el modelo neoliberal que se implanta en el país no genera mayores contradicciones en este partido, sino todo lo contrario, el PUSC lleva la batuta en buena parte del reordenamiento del estado, no en vano, es en un gobierno PUSC –el de Calderón- cuando Costa Rica negocia su primer tratado de libre comercio.

81231 ¿Qué ocurrió para que ante este panorama de crecimiento y consolidación partidaria el PUSC tuviera uno de los colapsos más fuertes en la historia reciente de los partidos políticos costarricenses? 

Muchas causas pueden haber confluido para que esto ocurriera, primero, la creciente polarización política que el país sufre y que quizás empieza de un modo más articulado a partir del COMBO ICE y se refuerza a partir del 2002 con el "fenómeno PAC".  Una polarización que mostrará claramente la lucha dentro del país entre los defensores de la profundización de la reforma neoliberal y los grupos cada vez más articulados que se oponen a este modelo. 

Además, la pérdida de la capacidad de conducción que se da en el PUSC con la elección de Abel Pacheco, la cual se traduce en un enorme desgaste de la estructura partidaria.  Un partido que empieza a fisurarse en esta administración, donde empiezan a visualizarse los grupos más liberales y centrados en el tema económico, contra lo que quedaba del socialcristianismo más tradicional centrado en la persona.  Estos grupos, que siempre convivieron dentro del PUSC bajo un liderazgo común, empiezan a separarse cuando ese liderazgo es deficiente. 

El gobierno Pacheco careció de un proyecto coherente de gobierno, de una dirección definida en su gestión.  Ante este panorama, las contradicciones internas –la primera surgida desde antes de ser electos, con el distanciamiento entre Abel y Luis Fishman-, la incapacidad de gestionar la primera Asamblea Legislativa que reflejaba realmente el final del bipartidismo tradicional, las "embarcadas" del presidente y otros sinsabores, el derrumbe del PUSC y la necesidad de cambio que se gestó entre el electorado eran evidentes.

Sumado a lo anterior, se empiezan a descubrir algunos de los casos más sonados y si se quiere traumáticos de corrupción en la función pública costarricense:  Los casos Caja-Fischel e ICE-ALCATEL, donde se ven involucrados, presidentes ejecutivos, exdiputados, directivos de instituciones autónomas y los expresidentes Calderón y Rodríguez.  Casos que si se quiere, son la puntilla para lo que ya se veía venir, la caída del caudal electoral del PUSC.

Con un candidato sin arraigo partidario que trata de ver qué se puede salvar del barco que se hunde, la Unidad Social Cristiana enfrenta, en el 2006, el peor papel que le toca asumir a un partido de gobierno en nuestra historia reciente.  De triunfadores a un lejanísimo cuarto lugar.  De ser la fracción con más diputados, a ser la cuarta en representación.

El colapso fue inminente, la pérdida de puestos laborales de la clase política PUSC, la pérdida de dirigentes locales, la pérdida de alcaldías municipales, la pérdida económica de una campaña donde hubo dificultades incluso para lograr financiamiento, la separación temporal de dos expresidentes del partido, el apoyo a otro partido de un expresidente tradicionalmente afín (Mario Echandi)… la Unidad Social Cristiana se derrumbó en la elección 2006.

Sin embargo, el problema del PUSC no quedó ahí.  A partir de dicha elección, entre recriminaciones diversas, la división del partido se ha profundizado:  la coyuntura gestada alrededor del CAFTA desdibujó por completo una fracción legislativa que se percibió más como un apéndice del gobierno que como un partido de oposición.  Además, mientras los diputados del PUSC se vuelven incondicionales –con una excepción, el diputado Venegas- del grupo de los 38, el presidente del partido se pronuncia en contra del TLC, haciendo más evidentes las fisuras internas.

De cara hacia las elecciones 2010, el PUSC intenta reagruparse 1828864_0 alrededor de su líder histórico, el expresidente Calderón, quien reconoce su intención de buscar la reelección presidencial, quien realiza giras nacionales con el fin de recomponer la estructura partidaria, y quien incluso reconoce querer aspirar a una doble postulación (claro signo de debilidad, ¡nadie que esté seguro de tener posibilidad real de ganar la presidencia se postula al mismo tiempo para diputado!); ante la presencia del caudillo no surgen voces que hagan hasta ahora anuncio de querer disputar la candidatura presidencial. 

Sin embargo, dice la sabiduría popular que "no hay que poner todos los huevos en la misma canasta", situación que parece no haber aprendido el PUSC, pues ante el panorama del juicio Caja-Fischel y lo que este pueda tardar, la viabilidad de la candidatura de Calderón depende exclusivamente de un resultado favorable para él, y no se observa en el partido ningún "plan b" políticamente viable.

De no llegar ese resultado favorable a Calderón o de llegar tarde, no se perfila en el horizonte fuerza capaz de detener la caída de este partido y asistiríamos probablemente a un paso más en su lenta agonía.  Indudablemente, para el 2010 ya no es tan claro aquello de que "el futuro es Calderón".

3 comentarios:

  1. si el PUSC logra sacar un 10% aquién afectaría mas? al PAC o al PLN ?

    ResponderEliminar
  2. Cierto: ¡nadie que esté seguro de tener posibilidad real de ganar la presidencia se postula al mismo tiempo para diputado!
    jeje

    ResponderEliminar
  3. La afectación yo creo que dependería de dos cosas: el escenario de candidatos PLN y PAC (no seria lo mismo Araya o Laura, o Epsy u Ottón), y si ese 10% obliga a una segunda ronda. Dependiendo de esas cosas puede afectar más a uno o al otro.

    ResponderEliminar

Free counter and web stats